jueves, 10 de junio de 2010

PLURALISMO Y TOLERANCIA


PLURALISMO Y TOLERANCIA.
Por: Víctor Julio García Rodríguez (*)

En el siglo XIX, nuestra patria estuvo marcada por la intolerancia, el fundamentalismo y el no reconocimiento a la diversidad de las diferentes tendencias políticas, donde unos estaban a favor del centralismo, el federalismo, las reformas sociales y otros a favor de un modelo de gobierno dependiente de España. Esta veleidad política administrativa, es la que conocemos como la “patria boba” o periodo de inmadurez política, que prácticamente se extendió hasta la culminación de la violencia bipartidista de la década de los años cincuenta.

Aunque este tipo de violencia ha desaparecido por completo de nuestro panorama político, aun se evidencian conductas de intolerancia, como lo que se ha visto en la presente campaña proselitista para la Presidencia de la Republica, donde “fanáticos o mejor fundamentalistas” de las distintas campañas, han utilizado la propaganda negra, para desprestigiar al contendor y de paso agredir a las personas que no comulgan con sus ideas a través de mensajes ofensivos por internet, atentando contra las mas elementales normas de las relaciones humanas y los principios constitucionales, del pluralismo, la tolerancia, el respeto a la dignidad humana y la solidaridad.

Los principios de la tolerancia y pluralismo, no es patrimonio de nadie, pero nos pertenece a todos, ya que estos son valores irrenunciables, que asume la forma de un ideal y costumbre en cada persona, el cual nos hace diferente a los demás, ya sea en la forma de percibir los problemas, necesidades, expectativas de vida, la expresión y difusión de sus pensamientos y opiniones.

Es necesario reformular la educación en los valores democráticos, para hacerle frente a la violencia e intolerancia en sus diferentes manifestaciones, a través de la ética pública que forme personas integrales y respetuosas de los derechos, garantías y libertades de los demás; que tengan la capacidad de razonar, y asumir posiciones criticas frente a las situaciones “que los puedan afectar”, como parte integral de la cultura política y que se constituyen en pilares fundamentales de una verdadera democracia.

Como seres racionales, debemos comprender que no existen seres iguales en su manera de percibir las cosas y que esta diferencia, es la nos distingue de los irracionales.

(*) Profesor de la ESAP.

Publicado en la ediccion 1645 Junio 10 de 2010



No hay comentarios:

Publicar un comentario